¿Vacaciones o segunda residencia?

Aunque parezca lo mismo, las vacaciones no van asociadas a una segunda residencia y viceversa.

Los Complejos vendidos en este sistema, antes de ser comercializados han tenido que ser afiliados a una empresa de intercambios como RCI. Por lo que el Complejo turístico y los apartamentos que lo conforman deben haber pasado previamente unos controles de calidad para saber si son aptos tanto para ser usados por sus futuros propietarios como por los intercambios que recibirán en el futuro, intercambios que a su vez serán propietarios en otros Complejos del sistema turístico en cuestión.

Los servicios mínimos que deben tener estos Complejos deben ser acordes al uso al que están destinados, no pudiendo ser reducidos en ningún caso. Se deben cuidar aspectos tan esenciales como la atención tanto personal como administrativa, requiriéndose profesionales que no solo hablen en el idioma del lugar donde esté ubicado el Complejo, sino que sean capaces de entenderse con los intercambios que van a recibir, en resumen profesionales que hablen al menos tres idiomas.

Otro aspecto de suma importancia, es la limpieza, no deben olvidar que no es su casa habitual, sino la casa de muchos propietarios mas, por lo que hay que cuidar este aspecto con especial atención. Se necesita un despliegue logístico importantísimo, con controles de stocks, lugares para el almacenamiento de productos y artículos necesarios para el normal funcionamiento de un Complejo Turístico. A todas luces este tipo de apartamentos, son lo mas parecido a un Hotel, cadenas como Meliá, Marriots o Hilton combinan el producto hotelero convencional con esta misma modalidad turística.
Al final, depende de la cantidad de servicios que se quieran tener, el acercarse mas o menos a productos de calidad como los mencionados. Por estas y otras muchas razones, los Complejos, sus apartamentos y las semanas, están sujetos a unos criterios y unos servicios que deben ser mantenidos e incluso ir ampliándose según vaya demandando el sistema turístico del que surge el Complejo y cuyo único fin es el vacacional. La idea de la segunda residencia queda descartada desde un principio, pues nunca fue introducida como tal en el Sistema. La idea es: disfrutar y olvidarse de los problemas. Las vacaciones son eso, el descanso, la felicidad de compartir con los tuyos un día de playa o una excursión a un parque acuático.